jueves, 28 de junio de 2007

EL PIE SOBRE EL YUGO



Es mucho el dolor que acongoja mi pecho,

son muchos los aguantes de ira para gritarte lo que siento,

porque destruyes con palabras,

cuando yo cierro mi boca para no ofenderte?


No ves o te haces el que no ve?

Aún así nuestro sol no ha dejado de brillar

y de llenar el vacío que deja la soledad.


Cuantas lagrimas bajarán por nuestras mejillas,

antes de que te vayas?

Cuantos golpes darás antes de que caigamos al suelo?

Cuantas palabras dirás para herirnos más?


Escucharemos el silencio del pasado

y sonreiremos sin más pesar?

O seguirás aquí y nos lastimarás?


Ciego el suelo bajo tus pies,

que aún sustenta tus pasos,

negro tu corazón que no cesa de hacer daño,

vacía tu alma que no descansa de hacer el mal,

de mentir y ofender.


No te odio,

pero levanta el pie que tienes sobre nuestro yugo,

ve alimentar tu sed de libertad

y escapa de nuestra responsabilidad,

si te vas,

no te criticaré,

si te quedas,

te odiaré,

anda tu rumbo y dejanos volar,

para que nuestras alas,

puedan volver a brillar.


Para escapar de ti

y olvidar porque estuvimos allí.

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