domingo, 9 de septiembre de 2007

MEDIOS


Inventando un cuento,
Me sumergí en las letras peligrosas,
De una imaginación sin límites.

Sostuve las palabras,
Que socaba el alma,
Empedrada que se mantenía en mí.

Contando las historias de la vida,
De un naufrago sin playas,
Ausente de la isla
Y careciente de verdad.

Ahínca en el corazón que late,
Por un semblante azul,
Que se pinta de colores,
En las tablas dominicanas,
Desmiente su verdad,
Que la hace suicida,
De un medio que devora lo simple
Y proclama al rey,
Que ya es rey.


Inventando una historia,
Comprendí que nadie es nadie,
Si quiere ser nadie.

Se realza la idea,
Imponente de un amargo final de teatro,
Que canta las melodías,
De una oportunidad,
En el devenir del trabajo.

Cansando la carga del indolente,
Se revuelve la tristeza
Y la mentira se acaba,
Llega el final de la historia del cuento que invente,
Que termina como quieren las voces ilustres que dominan los canales abstractos
De nuestra sociedad,
Que culminan,
Con la alegría en el alma
Y con las manos vacías,
Con un ojo que llora de la amargura
Y otro que ríe de ambición.

UN ALMA ENAMORADA


Entregando mi alma en tus manos,
con la razón a tus pies,
se detiene la morada,
de un beso de miel.

Augurando a los sentidos,
que vengas,
que descanses en mi lecho
y te recuestes otra vez,
esperando los abrazos,
que entusiasta te entregaré.

Imagino tu cuerpo entre mis sabanas,
decorándolos de lo dulce de tu piel,
entregando las miradas,
que equivocas no borre.

Manchando mi suelo de tinta,
para que tus pies no huyan más,
al rincón lejano,
que te ha detenido sin mirar.

Quiero refugiarte aquí,
como una poesía libre,
que descansa en letras simples,
de un poeta sin pies.

Añorando que te detengas,
antes de cruzar el umbral,
para que no martirices,
a la amante de ciudad.

Quiero tenerte escondido,
en el fondo de mi fosa,
para que de allí no escapes
y me dejes nuevamente rota.

Formando las caricias suaves,
de una mano cautivadora,
me detengo en cada recuerdo,
que me diste con tu boca.

Me arropo con tu vientre,
que me arma,
ya yo rota,
porque te habías ido
y me habías marcado con una derrota.

Miradas de fuego silentes,
atentas al caldo santo de tu entrada,
que se desborda,
que se rocía
y me detiene en la morada,
de los arrecifes de piedras colisas,
que malgastan mis rodillas,
al implorarle al viento,
que me te avise,
que no te lastime.

Que estés aquí
y te entregues como hoja seca en otoño,
aunque vuelvas a marcharte con tu barril de sueños,
cargados de sonrisas,
que marcan mil amores
y me anotan en la espera.

De que te veré,
en el suspiro de cada lágrima,
que derrame al recordar
que aquí te espero
en el silencio eterno
de un alma enamorada.

DESEO


Tejiendo telarañas de caricias,
haciendo la morada perfecta,
para entretejer tu silueta rígida,
que entonen con la canción de mis besos de cama,
que detallan mi cuerpo,
bajo el mártir imponente de sus manos,
culminando en la composición idónea que merodea nuestro lecho.

Te paseas como pensamiento urgente a mis necesidades innatas,
que desbordan el manantial de arroz,
que cosechas con descaro
y furor,
en un alma que te ama,
que no se despide de ti,
ni en sueños,
ni en inviernos.

Como el agua fría de rio,
me erizas la piel,
las haces tuya,
en el jardín de edén que has construido con melodías
de te quiero
y ternuras de recuerdos dulces,
que crecen en mi pasado
y alimentan mi presente,
dando la excusa para que seas mío,
hoy,
mañana
y siempre.

Sembrando en tierra firme de mi vientre,
razones para mas desearte,
en el infinito abismo del sueño de Morfeo,
entrelazando las miradas que arden las entrañas,
que deslizas como pluma desde mis labios a mis pies,
haciendo estallar de luces amarillas,
todo lo que comprende mi carne.

Entendiendo quien soy cuando me tocas,
sentir
y solo sentir,
dejándome llevar en la reta que llega al sur,
de un cuerpo cálido,
extasiado,
lleno de explosiones acústicas que pintan un cielo blanco
y almohadas de seda,
cayendo en el olvido del presente,
del momento oportuno que llego a mí,
haciéndome entender la ruta a mi misma que desconocía.

Realzando los motivos que me mueven,
a desbordarme
y querer más,
de la fuente del agua que ha saciado mi sed amarga,
de un agua dulce,
que repleta la morada de antorcha,
que se encendió con el primer beso que rompió el hielo de mi cuerpo al tuyo.

Como margarita en primavera,
cansada,
satisfecha de su temporada,
descansa,
desasiéndose,
pétalo a pétalo
y sembrando con la semilla de lujuria,
el nuevo paseo que más tarde rondara,
su cuerpo,
su alma,
para de nuevo emerger
y caer en brazos del deseo de ti.

TE VEO CRECER



Te veo crecer,
mientras al emitir el sonido,
de tu voz,
te ríes,
juegas,
y llamas.

Te veo crecer
y con ello se despiden,
los brazos protectores
y te dejo escapar,
para que veas
y aprendas.

Te veo crecer,
entre mi mundo agitado
y poco ortodoxo,
el compromiso
y las notas tristes del cansancio de mi cuerpo.

Te veo crecer,
sosteniendo tu mirada
y con ellos reconocen el rostro que te da de comer,
tus manitas que tocan todo lo que ve,
te deslizas con una sonrisa cautivadora,
que embellece mi tez.

Te veo crecer,
pienso en el instante en que estuvisteis allí,
arrullada,
pegada al único sustento que te daba la vida,
pateando las paredes que te protegían,
moviendo tus manitas,
cuando aun no podías
y aun así,
te veo crecer
y siento el grito del ayer,
aquel que diste al entrar a un nuevo mundo,
que prometía un bienestar que no comprendías,
que en esos momentos no entenderías.

Te veo crecer
y con los tic tac del reloj,
veo desaparecer,
la imagen de una pequeña que no se sabía defender.

que se amarra a cada dia
y da todo de sí,
sin que le expliquen un porque,
solo me digo
y me repito:
te veo crecer.

Crecer como el pasto que debo podar,
que crece con audacia
y firmeza al despertar.

Te veo crecer,
con ello siento que estoy perdida en el tiempo fugaz que se arrastra contigo,
manipula mi madurez
y me hace entender,
que no eres mía,
que solo estoy aquí,
tan solo para ser tu guía
y aun así suspiro el sueño profundo,
cuando pateabas en tu lecho,
que es mi templo,
que te entretejiste en mis adentros,
cuando me abrazaste.

Solo puedo ahora…. tú dormida…
contemplarte…susurrar en tu oído,
mientras duermo a tu lado,
te veo crecer,
te veo crecer,
Ámbar.


"Dios te bendiga ahora en tu primer año, te amo"