miércoles, 1 de agosto de 2007

FUERA DE MI




Fuera de mí,
Me refugio en el pasado
Y en el mañana de ser.

Práctico la tolerancia
Y la manera de creer,
Consuelo mi pasado,
Sin entregarme al ayer,
De que fui una
Y cambié.

Fuera de mí,
Lamento mis heridas,
Las que un día olvidé,
Que como animal herido,
Con lamerlas las curé.

He visto un nuevo sendero,
Que fuera de mí encontré,
Decorado de hojas escritas,
Que me recuerdan por que fallé.

Libro llamado Santo,
Pide de mi obligación,
Compromiso con mi vida,
Que fuera de mí yo busqué.

Una vida nueva,
Como lavada de cabeza a pies,
Que me hace pensar que no soy la misma,
Ni la necia que pecó ayer.

Compromiso con el Todo Poderoso,
Compromiso con serle fiel,
Por eso me esfuerzo,
Por eso fuera de mí,
Me olvidé.

No pretende ser Gabriel,
Solo intento humana ser,
En un mundo que te prohíbe,
Ser verdadero,
En lo que Dios me invita a ser.

Fuera de mí,
Encontré la paz,
Fuera de mí,
La pienso conservar,
Fuera de mí,
Me esfuerzo yo,
En ser feliz,
Junto a mi Dios.

Por lo tanto,
Fuera de mí Quiero vivir,
fuera de mí volví a nacer,
volvi a Sonreir.

¿VIVO O MUERO? TÚ LO DECIDES


Eres la daga que atraviesa mi pecho sin pudor,
Que te hundes con recelo hasta mis entrañas,
Traspasas la fuente que me mantiene viva
Y me sumerges en una muerte segura.

Te alejas
Y al hacerlo me humillas,
Pisoteas mis derechos
Y me condena a derramar lágrimas que no curan mi alma,
Sino que la lastiman aun más.

Me has condenado a una soledad degradante,
A un deseo impotente de preguntarte de porque ya no me amas,
De que si aun lo haces,
Que fuerza dentro de ti te empujan hacerme infeliz.

Tu alma no se doblega al verme llorar,
Al ver que me desborono solo porque tú te vas.

¿Dónde está el amor que me juraste ante Dios?
¿Por qué te alejas cuando prometiste estar conmigo en la adversidad?

Mi alma se arrastra como serpiente,
Envenenada de tu amor insolente,
Un veneno que no expulso,
Sino que se apodera de mí,
Se adueña de mis sentidos
Y los deja solo existir,
En el mundo donde la paz no existe
Y el desconsuelo habita,
Como guardián,
A la espera de mí entrada,
Para hacerme una eterna posada de pesar.

Has logrado emponzóñame,
Has alimentado mi cólera,
Te has atrevido a manchar mi ser con reacciones que marcan mis ojos de tanta amargura.

Córtame las líneas rojas que palpitan
Y me recuerdan que sigo viva,
Pero no me obligues a seguir inmersa en el dolor.

Sácame de raíz de tu vida
Y de este mundo
Y entrégame a la puerta oscura que todos temen
Y hacen llamar muerte.

No me infundas más sufrimiento,
Entrégame,
Y no mires atrás
O arrodíllate hasta donde estoy
Y hazme olvidar con un abrazo,
Cuanto he sufrido yo.

Inúndame con un beso en la locura de volver a tenerte,
De poder sentir tú pecho en el mío,
De sentir como me llenas de tu amor.

Imprégname de ti
O entrégame al abismo que aguarda por alguien como yo.

Ayúdame a morir sin ti
O ayúdame a vivir contigo,
Pero eso lo decides tú.