lunes, 27 de agosto de 2007

MEMORIAS DE UN CORAZON TRISTE


En las memorias de un corazón triste,
La aspereza se adueña de la censura de unos ojos reprochadores,
Que no se detienen a la melancolía,
La hacen aguda
Y penetrante,
Como una punzada de escorpión.

Llenan aquella alma donde habitaba la alegría,
Un corazón roto a la merced de la depresión.
Que la devora en segundos,
Sin cuestionar su entrada
O que tanto daño debe causar.

Se inyecta en la sangre,
Convulsiona a ideas estólidas,
Incoherentes.

Mientras las mentiras te acorralan
Y preguntan sin disimulo:
-¿El vendrá?
-¿No te hará más llorar?

En esa esquina te crean el designio de un abismo atroz,
Suspiras la creencia de que si en verdad vendrá
Y desvaneces en el rincón de tus dolencias.

Que con un estallido,
Te golpea,
Entrando a una realidad de la atmosfera intoxicante,
A la cólera
Y a venganza.

Llenas tus pulmones del aire inhumano que te rodea,
Te dejas morir en vida,
Abandonas tus hábitos
Y tus actitudes.

Entonces la suciedad
Y la locura se apodera de tu cordura,
La hacen navegar,
En el rio de las confusiones
Y solo allí te das cuenta,
De que no saldrás.

Te atormenta la duda,
De quien te podrá sacar
Y se realza ese pensamiento infectuoso,
que solo te deja escapar segundos,
para que tú conciencia te avise
Que eres victima de esta realidad,
Que no es más,
Que tu soledad.

“Dedicado a una persona que amo y muerta en vida extrañaré, adiós”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La muerte en vida. La desaparición de las personas en sus propias tinieblas. La luz que se apaga a pesarde que todas las antorchas aun humeen. El ostracismo, el autoexilio.
"No poder usar flores por tí" como dice la canción de Silvio Rodriguez...

Gracias por la visita,
Carola Jorquera, Dando vueltas por el atanor.
www.cogitoergokaboom.wordpress.com

Bramble Iceglow dijo...

wouu me enkanto en verdad estan super pades!! jejje e te felicitooo

SHEREZADE dijo...

Gracias por permitirme compartir con ustedes mis vivencias y mis adentros. Gracias por sus comentarios, siempre son bien recibidos.
La paz de un alma en pena descarga con el sonido sordido de un gracias, aquellos que destinan palabras que endulzan el panal que empiezo a cosechar. Jenifer Perez